jueves, 28 de febrero de 2013

Evolución sentimental


Nacemos siendo personas buenas, esa es una de las teorías que más comparto, y es que poco a poco la vida nos va formando, nos va creando con nuestros pequeños defectos a base de traumas y con nuestras grandes virtudes después de aprender la lección que nos dio ese error garrafal. Cada uno de nosotros tiene un denominador común para llegar a ser buena persona, y es que dentro de nuestro cajón de sentimientos reside el dolor de haber perdido a alguien, de haber amado y de ser fiel con los nuestros. A partir de aquí vamos aprendiendo a manejar todo lo que llevamos en nuestro interior, poco a poco diferencias la bondad de la maldad en las personas, distingues con quien tienes que relacionarte y como para que eso te afecte lo más mínimo. Lo más triste de la vida es que al final acabamos perdiendo la inocencia y la bondad debido a las malas experiencias, a medida que cumples años vas guardando más y más adentro los sentimientos, apenas los muestras por el temor y por las represalias que sentiste cuando decidiste mostrarte un poco más a otra persona. Aunque a veces, gracias al destino acabas encontrando a alguien que te ofrece un poco de eso que perdiste, te recuerda quien eres y te hace recuperar aquel trozo de inocencia que hacia unos años te arrancaron sin piedad. Por eso, es importante vivir, vivirlo todo, llorar hasta que no entiendas el porque de la situación, amar sin prejuicios, sin vergüenzas, porque saber amar es una de las mayores virtudes de la vida, a la vez que saber valorar cada persona y cada etapa de tu vida. Y sobretodo, es importante quererse para poder amar a los demás con la misma seguridad que lo haces contigo mismo.

domingo, 17 de febrero de 2013

Ruidos de éxtasis

Remiraba los escritos que abandone en el cajón por miedo a que leyeras mis pensamientos en papel, pero luego me di cuenta que lees mis sentimientos en braile cada vez que rozas mi piel, que me suplicas un beso con la mirada, cada vez que nuestras sonrisas se unen. A veces, la felicidad cuesta alcanzarla debido a la multitud de interferencias que hay entre la cuerda que une tu corazón y el mio. Cuesta dejar de escuchar el mundo, es difícil silenciar ese ruido que hace que las cosas se compliquen cada vez más, pero a veces lo consigues, y logras escuchar su latido, y permanecer en ese pequeño momento de éxtasis.

Lo ético de lo ético

Muchas veces cuando estamos en una situación concreta, nuestra actitud se decanta hacia la alegría o hacia la rabia y el enfado, y en algunas ocasiones la decisión que marca el peso de la balanza es por culpa de la visión que nos marca la sociedad, el que dirán, lo que esta eticamente aceptable o no. Muchas veces nos cabreamos con la persona que queremos por el simple hecho de todo lo que te dirán tus amigos respecto ha ese hecho. Deberíamos encerrarnos en nosotros mismos cuando tomamos decisiones, hablar con nuestro propio corazón y consultar a nuestros pensamientos lo que realmente sentimos y lo que necesitamos de esa persona y esa situación, a veces, si actúas aislada del mundo es mucho más fácil disfrutar de los momentos que te ofrece la vida.

miércoles, 6 de febrero de 2013

Caricias en tu espalda


Repiqueteaban mis dedos mientras deslizaba mi mano por tu espalda, ese abismo en el que me perdía todas las noches, oliendo el perfume de tu pelo, sumergiendome en tu última carcajada provocada por mis cosquillas. Me perdería en tu cuello si supiera que detrás de tus orejas sigue mi primer mordisco, le suplicaría a los dioses una quinta noche contigo si supiera que me pasaría la noche abrazada a ti, protegiéndome de los incendios que provocamos en días de caos. Porque a veces encuentras refugio en la cueva más impredecible, después de surcar mares y cruzar ríos, acabas deslizándote en un oasis de felicidad que parece irreal, pero sabes que es tu recompensa final.