Muros acorazados

Nos imponemos muros a modo coraza contra un incierto futuro, como precaución para el dolor. Blindamos nuestro corazón para evitar que nos lo penetren y lleguen hasta lo más hondo de nosotros, es nuestro único tesoro en este mundo de idas y venidas, dónde el trafico de dolor está en alza y el amor se vende a muy bajo precio. No es fácil destruir barreras cuando tus sentimientos son tan profundos que dan escalofríos al pensar que alguien puede llegar a tocarlos.

Pasión casual

Me miraste de forma ardiente, impregnándome de pasión cada poro de mi piel, recorriendo de forma insaciable todo mi cuerpo esperando que llegara el amanecer sin darnos cuenta de que ya había salido el sol, hasta la lluvia quiso ser testigo de esa pasión encontrada de forma casual en el garito más oscuro de la ciudad, viviéndolo de manera irracionalmente efímera mezclada con locura.

Incoherencia de tus ojos

Como mantener esta situación cuando la razón me ha abandonado, no encuentro coherencia a este momento pero tampoco le encuentro explicación alguna al eterno amor que reflejan tus ojos. Me revienta sentirte tan cerca cuando en realidad estás a kilómetros de mi cama, me presiona en el pecho estas ansias de quererte, de abrazarte, de amarte, es una opresión mezclada de impotencia. Saber que si estuvieras a 2 centímetros de mi cama las cosas cambiarían, el mundo hubiera girado de otra forma y el universo se hubiera alineado en el primer beso de media noche.

Habitación con vistas al mar

Me enciendo el cigarrillo a sabiendas que esto no acabará nada bien, últimamente solo me consuela el humo que envuelve esta habitación mal pintada pero llena de recuerdos, quisiera pintar este cuarto con los colores que me transmiten tu sonrisa, el techo azul, para que cuando te tumbaras junto a mi, en mi cama, nuestra cama, sintiéramos que estamos dónde quisieramos, cerrar los ojos y al abrirlos sentir que estamos en frente del mar, abrazados, sin esperar nada más que lo que el destino nos depara.

Un nuevo BIG BANG

¿No encuentras un vació en el eco de tu corazón? Son exactamente esos centímetros que nos faltaron para cuadrar la ecuación, para que nuestras lineas tan excesivamente paralelas se cruzaran por primera vez desencadenando el caos enredado entre el humo que desprenden tus cigarrillos moviendo el universo de tal manera que originara un nuevo big bang. 

Quien es el culpable

¿Quien tubo la brillante idea de hacerme eterna enredada a tu piel? Quien es el culpable de enlazarme entre tus sabanas cuando el amor nos ataca a altas horas de la madrugada sin encontrar un resquició de respiración, vibrando con tu aliento cerca de mi oreja; seduciendome con una noche más, maldigo al destino por recubrirme con tu saliva como paliativo para este dolor reventandolo en pasión.

Pequeños momentos de libertad efímera.

Que fácil se convierte la libertad cuando estás lejos de casa, sin miradas conocidas listas para juzgarte, sentir la libertad impregnada en tu piel al notar que la noche empieza junto a una compañía inmejorable, sientes que es tu momento cuando se encienden las luces y vibra la música, tu canción preferida esta sonando en ese garito y no existe nada más, te aprendes cualquier canción al lado de un cubata, tu alrededor se mueve y te encanta, quizás nunca te sentiste tan llena en ese momento, son las oportunidades que te ofrece la noche, es el día disfrazado jugando con los elementos ideales para convertir unas horas en la mayor locura de tu vida. Emprendes tu noche, vives por y para ello, conoces gente abstracta hasta que te cruzas con su mirada y así es, la libertad resurge en forma de un cuerpo, de forma erótica mágica.. Eres tu en ese momento, lo que siempre te hubiera gustado ser y no habías podido mostrar por miedo al que dirán y al si lo intentaran, lo besos empiezan a tener otro sentido, a saber de otra forma, era lo que siempre buscaste, pero desgraciadamente ejerce una fuerza efímera sobre ti, demostrándote que la noche es eso, pequeños momentos de libertad efímera.

Pérdida de facultades sentimentales

Me gustaría saber escribir de forma más explicita todo lo que sucede en mi interior, una sucesión de idas y venidan me revientan el interior de madrugada cuando las fuerzan me empiezan a fallar por culpa de la impotencia de un mundo vació de sentimientos, rellenando cuerpos con egoísmo, individualismo, corazones inertes incapaces de saber lo que significa un latido, desconocedores de la palabra amor o amistad. Estamos creando la locura en las personas, no sabemos amar, solo abofetear, morder para conseguir cosas materiales.. No valoramos lo abstracto, la relatividad del momento, la magia de los instantes, estamos perdiendo facultades sentimentales y lo más grave de todo es que ni nos estamos dando cuenta. Estamos realmente jodidos.

Duraderas pero no eternas

No me vengas con historias, las vidas ideales no existen, nada es perfecto, si las cosas fueran demasiado sencillas nunca las llegaríamos a valorar, seriamos inertes delante a sentimientos tan puros como el amor, la generosidad o la confianza. Los pilares de la vida se fundan en decepciones constantes, en idas y venidas de personas no correspondidas; con la única función de aprender de los errores cometidos. Nos limitamos a vivir el presente porque es lo único seguro que tenemos, engañados por un futuro envenenado por nuestras fantasias, mezclamos la realidad con lo que nos gustaría que sucediera y ese es el error más grande cometido. Solo el 20% de las relaciones establecidas en este preciso instantes serán duraderas, pero no eternas. Vivimos engañados porque aveces es la forma más sencilla de sobrevivir.

La verdad más engañada

No dejo de engañarme continuamente, no paro de repetirme las palabras que me hacen más feliz en esta situación, palabras con sabor a consuelo. Me miento aceptándome a esta vida, autosatisfaciendome y justificando el porqué de una soledad impuesta por un maltrecho destino, impregnándome de desamor a causa del capricho del libre albedrío. Me afirmo que lo más adecuado para este momento es la soledad aferrada de forma efímera a alguna persona que me de una muestra de amor en un momento concreto para satisfacer mis sentidos más románticos, disfrazándolos de rosas al amanecer o de frases mal redactadas con puro sentimiento en medio de la madrugada. 


Es evidente que todos buscamos lo mismo, estamos programados para ello; para buscar ese amor incondicional, recíproco, único, complementario, que nos haga el camino más llevadero, para apartarnos las piedras puestas en el camino, es más fácil avanzar cuando tienes una mano al lado dispuesta a salvarte el pellejo en cualquier momento o para arrancartelo a bocados si es preciso. Esa es la mayor verdad que existe en mi vida, la verdad más oculta y más callada debajo mi piel. Quizás por eso no se lo cuento a nadie, por eso me escondo tras estas letras mal construidas esperando que aparezca algo o alguien que lo accione y me haga escribir algo con un poco más de sentido, que reordene mi vida de un solo beso y por fin, pueda decir todas la verdades bien altas, bien fuertes, sin que me hagan desgastar la piel, sin que me duela mostrar ese poco de ingenuidad que sigue resguardada en el fondo de mi corazón inerte.

Sin Norte

Cuando la brújula me guié el norte lo seguiré, hace tiempo que se me rompió la aguja que dictaba mi camino, mis pasos avanzan solos sin la espera de nadie, sin la necesidad aferrima de compartir mis sentimientos con alguien incapaz de valorar lo que se remueve en mi interior. Esforzándome día a día para sacar algo más de mi, y como único resultado el de un puño golpeando la pared. Camino sin rumbo sin dirección, quizás la salida esta más cerca de lo que creo o simplemente no existe fin para esta situación.

Almohadas gastadas

No encontré la brújula que me marcaba el camino, la perdí aquella noche cuando conocí a la luna contándome sus historia de amores furtivos en camas cautivas vacías de sentimientos, expresando en ellas una complejidad brutal cuando se hablaba de amor. Amores envenenados entre sábanas gastadas, amores cansados de poetas sin bragas por solo compartir almohadas a cambio de desgastar madrugadas. Amores reversibles e imprevisibles.

Animales sociales

Somos animales sociales por naturaleza, necesitamos continuamente el contacto humano para así sentirnos un poco más completos, nos aferramos a un cuerpo cuando nos hierve la pasión por dentro y nos fundimos cuando se trata de amor. Compartimos sonrisas a golpe de amistades hechas en el colegio, en la universidad en el trabajo o de forma casual en cualquier noche dónde la casualidad abunda. Nos estremecemos cuando el éxtasis nos roza o cuando nos toca de una patada la tristeza, pero lo más humano de todo esto; no es saber aprovechar la felicidad, la cual también es una parte importante, sino aprender de cada patada, de cada golpe, de cada puta caida para luego valorar todo lo que nos rodea, proporcionándonos una sabiduría incalculable aplicable a nuestro día a día.

El fin de una vida

Fue la primera vez que sentí miedo en mi vida, la primera vez que la vida me daba un mazazo y no me soltaba, me dejo tumbada en el suelo, sin respiración sin apenas pensamientos que pudieran hacer reaccionar un cuerpo paralizado por la situación, sabia lo que era la vida y como tal lo que conllevaba. Pero no era consciente del poder y del dolor que conllevaba el otro extremo, la muerte. Era la primera vez que la sentía que me tocaba, que me rozaba creándome un dolor enorme arrebatándome la mujer de mi vida. No era consciente de lo que sucedía, repiqueteaban esas palabras en mi cabeza mezclándose con imágenes de ese día, en esa cama sin apenas respiración, regalandole el ultimo besos que el destino me dejo devolverle, pero sin respuesta, sin una sonrisa, sin un abrazo, sin una puta mirada. Mi cerebro no entendía lo sucedida, se paralizo durante unas horas, haciendo que la rabia empezase a brotar por todo mi cuerpo y poco a poco empezaran a salir lágrimas de desesperación por ver como se iba una vida herida.. La noche fue fría, casi congelada, arropando el dolor de mi madre en esa cama, escuchando sus lágrimas desgastadas y su voz pidiendo una respuesta al destino, destino que se encargo de hacerlo todo más jodido si cabe, con más sentido quizás. No entendía de palabras, ni de hechos, solo tenia un pensamiento en mi cabeza y era estar ahí, hasta el final, seguir cada paso que me marcaban los días posteriores a su fallecimiento, sentir que algo se esfumaba con la evaporación de su alma. No existía dolor mas tangible del que verla sin poder darle un aliento de respiración, esperando que algo se moviera en ella, pero todo seguía igual de frió e inerte. Momentos de desesperación me rompían en esas cuatro paredes dónde nada tenia solución, dónde la realidad me daba en la cara y era imposible salir de ella. Supongo que el momento que se pone fin a una vida es el momento del ultimo adiós, el dolor más fuerte jamás sentido, saber que se acaba de verdad, que será la última vez que la podrás ver.. Saber que tal día como ese ella se estaba casando, saber que hacia 50 años justos ella estaba dando el "sí, quiero" y en su día de bodas de oro, ella era enterrada. No existe dolor más grande del que la misma vida te muestre, pero no existe mayor lección que el que te ofrece el amor de una abuela, en la tierra o en el cielo, siempre seguirá presente. Eternamente.

Creencias desesperantes

Tendimos a pedir a seres extraordinarios e intangibles que nos arreglen la vida, quizás lo hacemos por desesperación, por la sensacón de sentirnos atrapados y agarrarnos a cualquier cosa para que por unos segundos sentirnos aliviados y en algún momento poder encontrar la salida a ese túnel. Le solemos pedir consejo al mejor postor, a veces nos consolamos ilusamente a que el tiempo curará todas nuestra heridas, o en algunos casos los más locos se aferran a Dios.. Quien sabe al final quien nos salvará la vida, quien finalmente nos agarrará fuerte de la mano para sacarnos de esa soledad que de vez en cuando nos araña la piel y nos deja desangrando esperando a que algo cambie.

Madrugada embotellada

¡Joder! Otra vez me ha vuelto a ocurrir juré no volver a ver amanecer al lado de ella y otra vez se repite la misma historia. Cada madrugada es la misma rubia; tan fiel como siempre, me engancha y me atrapa, es la única que me asegura las madrugadas cuando todos se van, cuando las verdades salen a la luz y tu te quedas ahí, sola, pensando que el mundo se ciega y se encierra y tu sigues esperando que aparezca un atisbo de luz para salvarte de toda esta mierda. Entonces decides recurrir a lo de siempre, es fácil encontrarla, resguardada en cualquier bar, a cualquier hora; siempre alguien a su servicio para servirla. Y aquí seguimos, mi botella y yo, esperando que algo se accione para que haga el mundo girar de nuevo con más fuerza que nunca.