miércoles, 12 de septiembre de 2012

Más de verdad

De ilusiones también se vive decía mi compañera de nostalgias, luego yo me reía mientras soltaba el humo de ese cigarro mal liado y le decía que de desilusiones también se acaba malviviendo. Lo que era cierto es que ni de ilusiones ni de desilusiones se puede vivir, las cosas abstractas, las irreales no pueden ser el motor de nuestra vida, solo nos sirve para salir a flote unos segundos cuando las cosas van mal, son como un revulsivo para el corazón, ese redbull para seguir despierto en esta jodida vida. Pero lo que realmente sucede cuando te despiertas, cuando dejas de soñar, es que te quedas vacía, rebuscas esos momentos que te hicieron revivir y te das cuenta que era abstracto, un sueño. Hay que marcar los limites, establecer metas y objetivos reales para hacer que esta vida tenga un poco más de sentido, que sea un poco más de verdad.

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