domingo, 25 de noviembre de 2012

Casualidad acurrucada

Me encanta cuando duermo contigo y compartimos el mismo colchón, haces revivir en mi todo aquello que pensaba que estaba muerto, me recuerdas que la vida sigue y que los resquicios del pasado pueden ser mucho más que un buen recuerdo. Te empapo de besos estúpidos como mero agradecimiento a lo que estás haciendo en esos instantes; aislarme del mundo para vivir en tu piel. Me encanta cuando me enfado contigo a media noche y por la mañana me abrazas, te acurrucas conmigo y te perdono todos tus pecados. Eres el despertar más precioso que hacia tiempo que no sentía, es extraño, pero necesario a la vez, apareciste de la nada y uniendo casualidades has acabado en mi cama, abrazado a mi sin apenas pedirte explicaciones del porqué estás aquí, de está forma, haciéndome sentir así...

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