viernes, 23 de noviembre de 2012

Pieza

Cuando empiezas a conocer a alguien, cuando te empieza a gustar, no te planteas nada en absoluto. Solo tienes esa persona en la cabeza y el mundo parece que tiene menos importancia. Hasta el día que estáis abrazados, os miráis  y te das cuenta de todo y te preguntas... ¿Que coño tendré yo para que me mire con esos ojos? ¿Para que me sonría de esa forma? No lo entiendes como alguien puede sentir esas cosquillas por ti, que pierda los suspiros en cada mirada o que disfrute con cada beso. Quizás es porqué a veces te anulas tanto que no te das cuenta de lo que realmente eres y pierdes la conciencia de que tu también puedes encajar en el mundo de alguien de esa misma forma. Pero después, te das cuenta que esa pieza del puzzle también es para ti y que poco a poco, se va creando esa paisaje que tanto anhelabas pero que sin darte cuenta lo has ido construyendo con todo el cariño del mundo y sobretodo, con una sinceridad sentimental brutal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario