martes, 4 de diciembre de 2012

Deja que te cuente


- Hola cariño, solo venia a contarte porqué me fui, creía no valer para esto, para darte amor, me sentía la hormiga más pequeña de este universo y decidí fugarme antes de que te supieran a poco mis besos. 
- ¿Porque te empeñas en no valorarte? Atrévete a mirarte por las mañanas, hablate a ti mismo cuando te miras al espejo y pregúntate porqué sigues en pie. Preguntatelo.
- ¿Y que esperas que diga? ¿Que sigo en pie porqué quiero ver a mi gente sonreír? 
- Por ejemplo, es una buena respuesta. ¿Y lo consigues?
- Eso intento todos los días, a veces cumplo mi objetivo y soy la persona más feliz del mundo porqué les veo sonreír, pero otras vez no lo consigo y me destrozo a mi mismo por ser incapaz de hacerlo.
- ¿Te acabas de dar cuenta? No eres la hormiga más pequeña del universo, eres la persona con el corazón más grande del mundo, tu único objetivo es dar positividad a los demás, verlos feliz, como me hacías feliz a mi, pero eras incapaz de darte cuenta porque estabas encerrado en tu interior, eras capaz de irradiar positivismos pero incapaz de ofrecértelo a ti mismo, has necesitado huir para saber quien eres y lo que quieres, y eso a veces es necesario para seguir adelante, hablar contigo mismo.
- Quizás tengas razón, quizás ahora es el momento de volver a tu cuarto y llenarte la habitación de rosas y de besos.
- He estado contando los días para volverte a ver, pensaba que nunca volverías después de tu espectacular huida, pero deja que sea yo quien te llene el corazón y el cuarto de flores. Si me dejas, claro.
- Por supuesto que si, este es nuestro momento. Gracias por haberme esperado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario