lunes, 28 de enero de 2013

Mi vida es MÍA


- ¿Cuantas veces ha temblado tu corazón  Pero no te hablo de un terremoto con epicentro de amor, sino de dolor, de nervios en las piernas y rabia en los brazos, cuando ves que ni tu misma eres capaz de organizar tu cabeza abrumada por el caos.
- Solo he tenido esa sensación cuatro veces en mi vida, y te juro que es lo peor que he sentido en mi vida, perder el autocontrol de tu cabeza es el momento más dramático que he sentido, la desaparición de no saber a que mano agarrarte ni en que abrazo refugiarte. Siendo incapaz de expresar tus sentimientos porque realmente no entiendes el porque de esta situación, solo sabes que quieres refugiarte en algún abrazo impropio y acabar por expulsar todo tu rencor y rabia reventando algún escaparate o rompiendo fotos mientras rasgas tu alma en lágrimas.
- ¿Y porque no decides liberar en pequeñas dosis cada sentimiento de dolor, en vez de esperar a la explosión final?
- No puedo, soy incapaz de pasarme los días suplicando un abrazo, no me atrevo a romper a llorar delante de una persona, no entiendo de palabras cuando quiero atreverme hablar de mis sentimientos, a veces te hablo más con una mirada o con un abrazo que con un "te quiero".
- Deberías aprender ha refugiarte en alguien o algo, la vida individual como tal no se concibe, recuerda, somos animales sociales.
- Ese es el problema, somos animales, querramos o no vivimos por instintos y muchas veces, ese instinto nos ha llevado hacer daño a personas que no queríamos o nos lo han hecho a nosotros, y como los animales, aprendemos. Aprendemos que hay errores que duelen y por lo tanto no se volverán a repetir. En mi vida, muchas veces he intentado expresar mis sentimientos como tal, es más, solo los he mostrado con una persona y jamás obtuve buen resultado. Entonces aprendí que mi vida es MÍA, y como tal la tengo que cuidar y aprender que de cada pozo yo misma tengo que agarrarme a mi propia cuerda  para poder ver la luz, salir de esa espiral de dolor y abandonar la oscuridad.
- Quizás no apostaste bien a la mejor ficha, o quizás esa persona no te supo entender.
- A veces es difícil entender a una persona cuando su cabeza funciona a 200 por hora y lo único que busca es una sonrisa, el único valor de la vida es el corazón y a veces, apostar por esa ficha, no es fácil.

No hay comentarios:

Publicar un comentario