martes, 7 de mayo de 2013

La curva de tu ombligo


Mereció la pena quedarse en la curva de tu ombligo para proporcionarme el cobijo necesario para poder enfrentarme al azar, fuiste la chispa que me faltaba, la suerte que esperaba por conocer, la cuerda para escabullirme de este laberinto que estaba empezando a arder en mi interior. Nos enfrontamos al miedo como auténticos valientes, a pesar de haber nacido cobardes, pero el disfraz de gladiadores nos quedo grandes, nos falto ese impulso para llegar a la locura y jugárnosla al caballo ganador. Dicen que a veces se pierde y otras se gana, pero no es así  siempre, por mucho que duele, se gana algo, aunque sea saber que ese trozo de corazón un día te perteneció de tal manera que durante el resto de tu vida lo recordarás con una sonrisa y aprendiendo de aquellos errores que se convirtieron enseñanzas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario