Que bonito era cuando conducía y giraba la cabeza y te encontraba a mi lado, cuando se ponía en rojo y te cogía la mano y nos mirábamos. Ahora seguimos siendo compañeras, pero ya no nos miramos con los ojos arrasados, el rol se cambio porque se nos acabó la gasolina para encender el motor de nuestro corazón. Lo importante es saber que la decisión fue acertada, que hay personas que no se quedan en tu vida, o si, pero permanecen de diferente forma a como las conociste, finalmente aprendes, acabas saliendo a flote afrontando una nueva vida con más fuerza que nunca. Andar sola otra vez por el mundo, volver aprender de ti misma, saber que tu eres tu único apoyo y así ir avanzando poco a poco, hasta toparte con alguien que te vuelva a romper los esquemas, te gire la vida y que la inercia de su corazón provoque un terremoto.
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