domingo, 29 de enero de 2012

Juré

Juré no fijarme nunca más en una sonrisa, después de lo que me sucedió era normal poner un candado y tirar la llave al río. Pero de repente ocurre el puto destino y te cruzaste, seguí con el corazón cerrado como un puño, porque me acojona la idea de amar, de dar sin saber con la certeza exacta que me vas a devolver la sonrisa. Y me la jugué, pero abrí una puerta del caparazón para que entraras. Pero no se puede dejar entrar a cualquiera, deje la puerta entornada para que pudieras colarte, pero como siempre sucede, las distancias son excisavamente largas y las miradas no se cruzan en el momento adecuado porque no estás. Porque lo que cuenta es ese puto segundo que me rozas el corazón con tus palabras. Porque sigo siendo fría por dentro aun que el corazón me arda por querer tener un segundo cerca de tu piel. Porque las cosas no son como una siempre quiere, porque vivir el momento siempre parece lo mas certero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario