sábado, 28 de julio de 2012

Tocar con la realidad


Cuando se esfuma de golpe una persona importante de nuestra vida nos aferramos a las últimas cosas que dejó en vida, como un objeto personal o alguna pequeña señal que nos dejo antes o después de partir de este mundo. Inconscientemente esos pequeños objetos nos mantienen cerca de la persona que queremos, engañando a nuestro cerebro haciendo que disminuya de cierta forma nuestro dolor porque tenemos algo a lo que aferrarnos, algo físico. Es como si entre la tierra y su cielo hubiera algo más que nos comunique con ellos, como un teléfono que podemos tocar y enseguida conectamos con la persona que más echamos en falta. El problema aparece cuando esa conexión se extravía, se pierde porqué el azar otra vez así lo ha decidido y nos sentimos de golpe desprotegidos, vacíos, volvemos a sentir ese dolor inicial que vivimos los primeros segundos de conocer su perdida, tenemos la impresión de que ahora si que no existe nada más a lo que recurrir, a lo que agarrarse porqué por primera vez en mucho tiempo, has tocado con la realidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario