Efectivamente
la relatividad del tiempo a vuelto a tocarme la piel, hoy, 7 de junio
de este 2012 que no lograste conocer hace medio año que te despedí
en aquella cama, dejándome inerte ante tal acontecimiento,
conociendo por primera vez la muerta de la mano de mi primer gran
amor. Sentías pánico irracional al hablar de la muerte, al sentir
que te podías ir de este mundo, pero creo que tu miedo no era más
por lo que te podías encontrar al pasar a mejor vida, sino miedo a
lo que dejabas aquí, en este mundo. Mundo que se quedo vació sin tu
voz al marchar de forma efímera, fuiste un golpe durísimo para
nosotros, pero más para ti. No podía ser verdad que tu, una persona
tan llena de vida se te fueran las fuerzas de una forma tan rápida,
en 12 horas te marchaste con todo nuestro dolor.
Nunca
olvidaré ese momento, esa habitación, tu mano apretando la mía,
intentándome decirme algo sin que tu cuerpo te dejara, tus labios
querían hablarme pero no hacían falta palabras para entender lo que
querías contarme, no existían palabras en ese momento, todo tu
cariño estaba más que suplido. Hoy seis meses después de tu
fallecimiento sigo echándote de menos, he aprendido a convivir con
el vació que dejaste, pero sigo buscándote de vez en cuando en
algún rincón de la cocina, intento marcar tu teléfono pero tu voz
no me contesta o simplemente intento toparme nuevamente con tu
sonrisa pero sin ningún resultado. Mantengo tu imagen congelada en
mi cabeza, como un tesoro, guardo con enorme cariño tu sonrisa
permanente con tu voz única pronunciando mi nombre o alguno de tus
adjetivos hacia mi que solo tu podrás mencionar, son nuestros.
En
estos meses he aprendido que la muerte es irrevocable, y como tal
tenemos que aprender a convivir con ella y extraer la mejor
lección que nos puede aportar, que la vida es totalmente efímera
por lo cual tenemos que vivirla intensamente amando con todo el
corazón a nuestra familia y a las amistades que también se
convierten en familia, como tu lo hacías siempre. He aprendido
que la muerte no es el final, pero si el vació al cual tenemos
que aprender a rellenarlo con los recuerdos que esa persona nos
regaló haciéndolos parte de nosotros y haciéndonos mejor
persona. 6 meses de distancia son pocos comparados con el amor que sentí y me hiciste sentir hacia ti, siempre serás la mejor abuela que he podido tener, siempre has sido como mi madre y por eso te llevas la parte más grande de mi corazón. Gracias por enseñarme a ser lo que hoy mismo soy, eres el orgullo más grande que tengo, nunca dejare de llenarme la boca de lo fantástica que fuiste en vida y de lo maravillosa que sigues siendo ahora mismo desdel cielo residiendo en mi corazón. Gracias por formar parte de mi vida tal como lo hiciste y lo sigues siendo, no existe mejor ángel en el cielo que tú. Para siempre y por siempre te querremos.
Te
quiero, gracias por hacer que te eche tanto en falta.
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