sábado, 2 de junio de 2012

Tráficos rutinarios

Persiste en mi un trafico de sentimientos que recorren mi interior, la huella de una pasión efímera, la herida abierta de un amor permanente, el palpitar lejano de un ángel con residencia en el cielo. Los sentimientos como tal son los encargados de hacernos sentir vivos cuando el día a día nos asesina con su rutina, haciendo que los instantes de felicidad esporádica se vuelvan escasos y por lo tanto considerándolos como el regalo más preciado, haciendo que las personas que formaron parte de ellos también acaben formando un trozo de nuestra historia.

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